lunes, 28 de julio de 2014

Mantis marina: Las boxeadoras del mar.

Los estomatópodos (Stomatopoda) son un orden de crustáceos malacostráceos del superorden Hoplocarida, conocidos comúnmente como galeras, langostas mantis, mantis marinas, langostas boxeadoras, esquilas y tamarutacas.


Se les llama mantis por presentar cierto parecido con tales insectos, en particular unas extremidades anteriores raptoras y el mimetismo; la capacidad de distinguir la luz polarizada y reaccionar ante ella; el aspecto externo destacado de los ojos y su carácter de depredadores que consumen vorazmente a otros animales. Reciben el nombre de "boxeadoras" por que son capaces de ataques rápidos y violentos y se sabe que algunos especímenes han roto de un golpe el cristal del acuario.2 Erugosquilla grahami (Ahyong & Manning, 1998), nativa de los mares de Australia tiene documentada la Marca de 5 milisegundos.


Su longitud puede alcanzar hasta 30 o incluso 38 cm.3 El caparazón de las mantis marinas cubre la cabeza y los ocho primeros segmentos del tórax por la parte del tergo. Presentan una gran variedad de colores, desde llamativos rojos, naranjas, morados, verdes, blancos, azules hasta marrones y ocres, contando también con pálidos y fluorescentes. A pesar de que son animales comunes y están entre los depredadores más importantes en aguas someras en muchos hábitats marinos tropicales y subtropicales, son poco conocidos, ya que muchas especies pasan la mayor parte de su vida escondidas en madrigueras y agujeros.



Ecología
Son agresivas y generalmente solitarias y pasan la mayor parte del tiempo escondidas en formaciones rocosas o en madrigueras con pasadizos intrincados, en el fondo del mar. Prefieren esperar a que la presa se acerque de manera azarosa para atacarla y matarla, a diferencia de la mayoría de los crustáceos, que persiguen a la presa. Rara vez salen de sus escondites y pueden ser diurnos, nocturnos o crepusculares, dependiendo de la especie. La mayoría de las especies viven en mares tropicales y subtropicales, como el mar Caribe o los océanos Índico y Pacífico, entre el este de África, Hawái y América tropical, aunque algunas viven en mares templados, como Squilla mantis.

Clasificación y garras
Se han descrito cerca de 400 especies de mantis marinas y todas las especies vivas pertenecen al suborden Unipeltata.

Según el tipo de garra, que es usada como arma de ataque y caza se distinguen dos grupos:

Perforadoras: están armadas con apéndices espinosos rematados con puntas de púas, utilizados para apuñalar y enganchar a las presas.

Trituradoras: tienen un brazo desarrollado como garrote y una púa rudimentaria (que sin embargo es fuerte y se utiliza en las luchas entre ejemplares de la propia clase). El brazo se utiliza para apalear y aplastar a las presas. La parte interna del dáctilo (la porción terminal) puede poseer un borde afilado, con el que puede cortar la presa mientras nada.

Ambos tipos golpean rápidamente y agitando sus garras rapaces en la presa son capaces de infligir daños graves en víctimas significativamente mayores en tamaño que ellos. Las trituradoras emplean estas armas con rapidez cegadora, con una aceleración de 10.400 G (102.000 m/s2, o 335.000 pies/s2) y una velocidad de 23 m/s sin tener que trasladarse,6 equivalente a la aceleración alcanzada por un proyectil calibre 22.7 8 Debido a la rapidez del golpe se generan burbujas de cavitación entre el brazo y la superficie golpeada.6 El colapso de estas burbujas de cavitación produce fuerzas sobre su presa adicionales a las del golpe mismo, de 1.500 newton, lo cual significa que la presa es doblemente golpeada.9 Aunque el golpe inicial falle, la onda de choque resultante puede ser suficiente para aturdir o hasta matar a las presas.


El golpe también causa sonoluminiscencia a partir del colapso de la burbuja. Esto produce durante un intervalo tremendamente corto una cantidad muy pequeña de luz y una temperatura de miles de grados dentro de la burbuja que colapsa. En estas condiciones los átomos se ionizan y los electrones pasan a formar un plasma que emite luz. Sin embargo las temperaturas se alcanzan en puntos muy localizados y se disipan casi al instante. Tanto la luz como la subida de la temperatura son demasiado débiles y de corta duración para ser detectados sin necesidad de equipos científicos avanzados. La emisión de luz y aumento de la temperatura probablemente no tienen importancia biológica, sino que son meros efectos secundarios del golpe, producto de la cavitación (los crustáceos de la familia Alpheidae producen un efecto similar).


Las trituradoras usan su habilidad para atacar a caracoles, moluscos, cangrejos, y ostras de las rocas; sus brazos contundentes les permiten romper los caparazones de sus presas en pedazos. Las perforadoras, en cambio, prefieren animales de carne más suave, como peces, que con sus garras puntiagudos son fácilmente arponeables.



Los ojos
La región de la banda media del ojo de las mantis marinas se compone de seis hileras de ommatidios especializados. Cuatro de ellas tienen 16 diferentes tipos de pigmentos fotorreceptores, 12 tienen la sensibilidad para diferenciar los colores, los otros filtran el color. Ambos ojos pueden percibir la luz polarizada y poseen visión de color hiperespectral.10 Cada ojo está sobre una antena móvil independiente del otro, permitiendo a ambos una percepción diferenciada y paralela. Estos ojos presentan variados colores y se considera que permiten una de las visiones más complejas del reino animal.


Cada ojo compuesto está conformado por 10.000 ommatidios y cada uno consta de dos hemisferios aplanados, separados por seis hileras paralelas de omatidios altamente especializados, colectivamente llamados la banda media, que divide el ojo en tres regiones. Las mantis marítimas pueden ver el mismo objeto hasta con tres formas diferentes. En otras palabras, cada ojo posee visión trinocular y percepción de la profundidad. Los hemisferios superior e inferior son usados primariamente para reconocimiento de formas y movimientos y no para visión de color.


La parte frontal de un ejemplar de Lysiosquillina maculata, mostrando sus ojos pedunculados.
Las hileras 1 a 4 de la banda media se especializan en la visión en color, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo. Los elementos ópticos de esas filas tienen ocho diferentes clases pigmentos visuales y el rhabdom está dividido en tres diferentes epitelios pigmentarios, cada cual adaptado para diferentes longitudes de onda.

Han sido reportadas al menos dos especies capaces de detectar la luz polarizada circular,13 14 y en algunos casos su lámina de onda biológica onda se ejecuta de modo más uniforme en todo el espectro visual que cualquier corriente hecha por el hombre de polarización óptica, por la cual se especula que podría aplicarse a un nuevo tipo de soportes ópticos que realiza incluso mejor que la actual generación de la tecnología del disco Blu-ray.



La especie Gonodactylus smithii es el único organismo conocido que puede detectar simultáneamente los cuatro componentes lineales y los dos circular de la polarización requeridos por los parámetros de Stokes, que dan una descripción completa de la polarización. Por lo tanto, se cree que poseen una visión polarizada óptima.

Con sus ojos de las mantis marinas pueden ser capaces de reconocer diferentes tipos de coral, las diferentes especies de presa (que a menudo son transparentes o semitransparentes) o los depredadores, como la barracuda, que tienen escamas brillantes. Por otra parte, la manera en que cazan las mantis marinas, con movimientos muy rápidos de las garras, puede requerir información muy precisa, lo que exige una percepción de profundidad exacta.


El hecho de que los que las especies que tienen la visión más desarrollada, sean también las especies con cuerpos más coloridos, sugiere que la evolución de la visión del color ha adoptado la misma dirección que la cola del pavo real: Durante los rituales de apareamiento las mantis marinas presenta fluorescencia activa, y la longitud de onda de esta fluorescencia concuerda con las longitudes de onda detectadas por los pigmentos de sus ojos. Las hembras son fértiles sólo durante ciertas fases del ciclo de las mareas; la capacidad de percibir la fase lunar, por tanto, ayudar a prevenir la pérdida de los esfuerzos de apareamiento y además puede dar a las mantis marítimas información sobre el tamaño de la marea, lo cual es importante para las especies que viven en aguas poco profundas cerca de la orilla.

Comportamiento
Las mantis marítimas tienen una vida larga y muestran comportamientos complejos, como la lucha ritual. Algunas especies usan los patrones fluorescentes en sus cuerpos como señales para su propia especie y tal vez incluso para otras, ampliando el área de distribución de sus señales de comportamiento. Tienen habilidad para aprender y recordar bien y son capaces de reconocer los individuos vecinos con la que frecuentemente interactúan. Puede reconocerlos por los signos visuales e incluso por su olor particular. Muchas han desarrollado un comportamiento social complejo para defender su territorio de los rivales.


En toda la vida pueden tener hasta 20 o 30 episodios de cría. Dependiendo de la especie, los huevos pueden ser puestos y mantenidos en una madriguera o transportados debajo de la cola de la hembra hasta su eclosión. También, dependiendo de la especie, macho y hembra pueden reunirse sólo para aparearse o pueden establecer una relación monógama a largo plazo.

En las especies monógamas una misma pareja permanece junta hasta 20 años. Comparten la misma madriguera y puede ser capaz de coordinar sus actividades. Ambos sexos suelen cuidar de los huevos (cuidado biparental). En Pullosquilla y algunas especies en Nannosquilla, la hembra pondrá dos nidadas, una que el macho atiende y otra que la hembra tiende. En otras especies, la hembra se ocupa de los huevos mientras el macho caza para ambos. Una vez que los huevos eclosionan las crías pueden sobrevivir hasta tres meses consumiendo el plancton.

Vídeo sobre las Mantis Marinas:


lunes, 21 de julio de 2014

Flotabilidad neutra

La flotabilidad es uno de los principios más importantes en el buceo. 

El control de la flotabilidad es lo que nos permite flotar inmóviles, sin necesidad de usar las manos o los movimientos de brazos.  Un buen control de la flotabilidad también permite ascender mediante el control de la respiración, sin tener que estar hinchando y deshinchando el chaleco constantemente.  


A primera vista, el control de flotabilidad parece una simple cuestión de equilibrar el lastre en contra de la fuerza ascendente. Cuando las dos fuerzas se anulan, se neutralizan, se puede flotar en el agua.  Como el peso del cinturón no cambia después de entrar en el agua, parece que sólo existe una variable con la que lidiar: el jacket. Pero como veremos a continuación no es exactamente así.  


Podemos decir, que para obtener una flotabilidad neutra se tienen que tener en cuenta 6 factores:  

  1. El lastre
  2. La botella de buceo 
  3. La flotabilidad del traje 
  4. La profundidad 
  5. La respiración

El traje determinará la cantidad de lastre necesario, que irá disminuyendo a medida que seamos capaces de controlar mejor la flotabilidad. Estos dos factores,  una vez elegidos se quedarán como están. Todos los demás son variables, cambiando durante la inmersión junto con el tiempo o profundidad o ambos. Algunos se pueden controlar y otros no. 

A continuación desarrollaremos las claves de cada uno de los factores:

1. Lastre  
El lastre que uno lleva encima no cambia durante una inmersión, pero a menudo es el mayor problema. Muchos, si no la mayoría de los buzos, llevan sobrepeso, tienen más plomo del que necesitan. Eso hace que el control de flotabilidad sea más difícil porque cada kilo extra de plomo tiene que estar equilibrado con un kilo extra de flotabilidad. Para desplazar un kilo de agua y equilibrar el kilo de plomo se requiere una burbuja de aire, es decir, aproximadamente medio litro de volumen.



La cantidad de aire se expandirá o contraerá con los cambios de profundidad, por lo que tener un exceso de lastre supondrá un empuje más fuerte hacia abajo a más profundidad.   

La mayoría de los instructores de buceo están de acuerdo en que el sobrepeso es un problema común, y algunos admiten que es el principal culpable de los problemas de flotabilidad. El instructor se preocupa por evitar posibles accidentes de buceo por un ascenso demasiado rápido de sus alumnos y por ese motivo suele dar más peso del necesario a  sus estudiantes, por la misma razón que un padre pone ruedas de entrenamiento en la primera bicicleta de su hijo. Al igual que las ruedas de entrenamiento, el peso adicional tendría que quitarse antes de conseguir el título de Open Water Diver.  


El primer paso es simplemente intentar retirar un kilo antes de la siguiente inmersión.

¿Cuál es la cantidad ideal de peso? Con una botella casi vacía, con los pulmones medio llenos y sin aire en el chaleco, el buceador debe estar cercano a la neutralidad en superficie - flotando con el agua a nivel de los ojos, por ejemplo - y sólo ligeramente negativo en la parada de seguridad.    

Con la botella llena, deberíamos ser alrededor de dos kilos más pesados. En general, el control de flotabilidad es más fácil con la cantidad mínima de lastre, aunque pueden presentarse ocasiones en las que sea necesario llevar más peso.

2. Botella de buceo  
La botella de buceo se vuelve más ligera a medida que buceamos y utilizamos el aire. El cambio de flotación causada por el consumo de aire tiene que ser contrarrestado por la respiración y el empuje del chaleco.   


Afortunadamente, el cambio de peso y pérdida de flotabilidad es gradual. Si una inmersión puede durar 60 minutos, se pierde medio kilo en 10 minutos y casi no se nota. También,  la flotación se verá afectada por la profundidad al gastar más aire cuanto más profunda sea la inmersión. Debido a quela botella de buceo es rígida, su flotabilidad no cambiará inmediatamente sólo a partir de los seis metros aprox.  


3. El traje 
Cada tipo de traje de neopreno tiene una flotabilidad concreta, dentro del traje se forman miles de pequeñas burbujas de aire que varían según el espesor del traje y pueden producir un empuje de un kilo o kilo y medio aproximadamente.   


El dinamismo de un traje no va a cambiar sensiblemente de una inmersión a la siguiente, pero con el tiempo se pierde flotabilidad debido a las miles de pequeñas burbujas que se generan en el neopreno, que poco a poco va perdiendo elasticidad y se colapsa o llena de agua. En ese punto, el traje tiene menos flotabilidad y menos aislamiento que cuando es nuevo.  

4. Profundidad  
Cualquiera que sea la flotabilidad en superficie de nuestro traje de neopreno va a cambiar drásticamente con la profundidad. Dado que la presión comprime las burbujas de aire que se instalan dentro de nuestro neopreno, la capa de aire del traje se vuelve más delgada, volviéndose más pesado. El cambio no es lineal, pierde la mitad de su superficie flotabilidad en los primeros 10 metros de su descenso y un tercio en los siguientes 10. El aire del chaleco se comporta de la misma manera.  


La flotabilidad cambia más rápido en los primeros metros debajo de la superficie es por eso que a menudo es difícil sumergirse, pero una vez que estás a cinco metros o más, parece que nos volvemos más pesados y nos hundimos con mayor facilidad. Cuando se asciende, se obtiene de nuevo el dinamismo del traje y del chaleco al instante. Así que hay que estar atentos a los cambios de flotabilidad cada vez que cambie la profundidad, y sobre todo cuando se asciende.

5. Control de la respiración  
Los pulmones son un compensador de flotabilidad natural. Una respiración normal, en reposo expande sus pulmones por alrededor de medio litro, lo que supone medio kilogramo más. Al respirar hacia dentro y hacia fuera, la flotabilidad fluctúa. Este hecho ayuda a controlar la flotabilidad con la ayuda de los pulmones que actúan como flotadores que nos permiten subir o bajar a voluntad.   


Aprender a controlar bien nuestra respiración es uno de los factores claves que más pueden ayudarnos en nuestras inmersiones a garantizar nuestra flotabilidad y ayudarnos tanto en los momentos de ascenso como descenso. 


Es un proceso largo, que no se aprende de la noche a la mañana pero que a medida que nos sumerjamos y cojamos confianza podremos ir regulando de manera más eficiente. Hay personas que enseguida controlan este proceso y otras que les cuesta más, pero no desesperéis, es un proceso de aprendizaje que poco a poco irá mejorando nuestra seguridad en las inmersiones.
En conclusión, una vez sepamos el lastre que necesitamos y como actúa nuestro traje, ya tenemos mucho camino hecho. Sólo falta ajustar el inflado del chaleco para compensar los cambios predecibles, debidos al vaciado de la botella,  cambiar de profundidad y controlar la respiración para controlar mejor nuestra flotabilidad.

En este video puedes ver algunos ejercicios para mejorar el control de la flotabilidad:


lunes, 14 de julio de 2014

Pez León: Especie invasora

Características

El cuerpo del pez león se distingue por una serie de vistosas líneas blancas, marrones, violetas y rojas, aletas pectorales y dorsales ampliamente desarrolladas a modo de abanico; lo cual le otorga un aspecto exótico y lo hace muy preciado como especie ornamental de acuarios. 


Alcanza uno 30 a 40 cm de largo en su adultez, mientras que los juveniles miden menos de 2 cm. El pez posee unos tentáculos carnosos que sobresalen por sobre sus ojos y por debajo de su boca. Sus largas espinas dorsales y pectorales son venenosas y la picadura puede ser sumamente dolorosa.


Habita en arrecifes coralinos a profundidades entre 10 a 170 m. Es una especie territorial y posee hábitos nocturnos; durante el día permanece inactivo oculto en cavidades del arrecife. Se alimenta de pequeños peces y crustáceos, y rápidamente se adapta a nuevas presas.


Alcanza la madurez sexual en forma temprana, se reproduce de manera sexual por fecundación externa. Luego de un cortejo elaborado, la hembra libera al agua un par de bolsas mucosas las cuales contienen 2.000 a 15.000 huevos que son fecundados por los machos. Las bolsas flotan en el medio pelágico hasta que se rompen y liberan los huevos que son arrastrados por las corrientes.

Invasión en el océano Atlántico y mar Caribe

El pez león colorado también habita en la costa este de los Estados Unidos, donde unos pocos individuos fueron liberados en las aguas de Biscayne Bay, Florida, en 1992 cuando el huracán Andrew destruyó un acuario cercano a la playa. En el 2000 la especie se extendió hacia el Norte de la costa Este de EE. UU. y Bermudas. Desde entonces, el crecimiento y propagación ha aumentado de forma exponencial.2 Para el verano del 2001, poblaba la costa este de Estados Unidos desde Florida hasta Long Island, Nueva York. El mar Caribe también sufre una invasión de esta especie, especialmente en la zona de las Bahamas.


Hay poblaciones establecidas en la Costa Atlántica de EE. UU. desde Florida hasta Cabo Hatteras, Carolina del Norte, Bermuda, Columbia, Cuba, República Dominicana, Jamaica, Puerto Rico, Islas Turcas y Caicos e Islas Caimán. Se han reportado individuos en Belice, Haití, Islas Vírgenes, México, Colombia y Venezuela. En Colombia se han capturado especímenes adultos y juveniles, en Santa Marta se reportan diariamente avistamientos en áreas del parque Tayrona, Playa Blanca, Taganga y áreas coralinas. 


Actualmente en el acuario y museo del mar del Rodadero, se desarrolla una campaña educativa para que los pescadores sean muy cuidadosos al capturarlo, se tienen en exhibición algunos ejemplares para que los turistas los identifiquen y se reportan avistamientos a las autoridades ambientales. También se ha reportado su presencia en Cartagena.


En el Caribe de Honduras también han sido encontrados ejemplares del Pterois volitans en cantidades que podrían suponer una invasión de esta especie, que al parecer se adapta muy bien al entorno y ambiente del Caribe.

Video informativo sobre la invasión del Pez León:


lunes, 7 de julio de 2014

Misión 31: Fabien Cousteau record de permanencia bajo el agua.

El nieto de Jacques Cousteau ha permanecido 31 días bajo el agua y ha batido el récord de su abuelo, que se encontraba en 30 días.

El oceanógrafo francés Fabien Cousteau volvió a la superficie el pasado miércoles día 2 de julio de 2014, tras pasar un mes en un laboratorio submarino en Florida, donde realizó varios experimentos científicos.


El oceanógrafo francés Fabien Cousteau volvió hoy a la superficie después de vivir 31 días en el laboratorio submarino en Florida, con fines científicos y para darle nueva vida al legado de su abuelo, el explorador Jacques-Yves Cousteau.

"Ha sido un éxito monumental en múltiples aspectos", afirmó en rueda de prensa Cousteau, de 46 años, después de retornar con su equipo a tierra firme en Islamorada, una población en los cayos en el extremo sur de Florida.


"Me siento emocionado de que haya sido un éxito, pero exhausto de estar 31 días bajo el agua", dijo Cousteau, quien junto a un grupo de científicos, ingenieros y cámaras permanecieron ese tiempo en el laboratorio Aquarius, a 20 metros bajo el agua en las costas de Cayo Largo, lo que constituyó una estancia récord bajo el agua de 31 días.


La llamada "Misión 31", que comenzó con la inmersión el pasado 1 de junio, logró recopilar más material científico "del que nos hubiéramos podido imaginar", pero la mayor satisfacción fue "haber llegado a tanta cantidad de gente" para generar pasión por el océano.


Al fallecido Jacques-Ives Cousteau, conocido por sus numerosos documentales que divulgaban de forma amena conocimientos sobre la vida submarina, "le hubiera encantado poder hablar con tanta gente", dijo su nieto.


En Aquarius, en un ambiente extremadamente húmedo, los "acuanautas" contaron con tecnología de punta e internet, por lo cual pudieron estar en contacto en todo momento con el mundo exterior a través de las redes sociales. A diario realizaron sesiones educativas con escuelas, museos y acuarios a través de Skype.


Además, cámaras mostraron en directo todos sus movimientos, tanto dentro de Aquarius como fuera del laboratorio, donde permanecían la mayor parte del tiempo buceando.

"Esta fue la primera expedición Cousteau que permitió compartir la vida diaria" de los exploradores, dijo el oceanógrafo. "Fue extraño, pero muy divertido", afirmó, al agregar que el equipo que permaneció bajo el agua convivió sin problemas, aunque extrañando a familiares y amigos.

Momento agridulce

Salir a la superficie fue un "momento agridulce", dijo. Fue genial volver a sentir el sol y el aire fresco, destacó, pero fue "duro dejar un sitio tan especial", donde estuvo en contacto con numerosos animales acuáticos, como anguilas, tiburones y barracudas.


No todo fue seriedad: Cousteau afirmó que hubo muchos momentos divertidos, como cuando intentó infructuosamente jugar al fútbol bajo el agua, aprovechando la fiebre por el Mundial.

Luego de someterse a un largo proceso de descompresión por casi 16 horas para readaptarse a la superficie, durante el cual los acuanautas observaron el documental de Jacques-Yves Cousteau ganador del Oscar "Un mundo sin sol", pudieron salir a la superficie.


Fabien Cousteau dijo que ahora el equipo se dedicará a procesar la enorme cantidad de imágenes, para realizar una película, y los resultados de los experimentos científicos, que estuvieron enfocados principalmente en el cambio climático, la acidificación de los océanos y el comportamiento de la fauna marina.

Cousteau no descartó que pueda haber una "Misión 32" en el futuro, pero dijo que será difícil que la dirija él, por el enorme tiempo que lleva planificar una expedición de esta envergadura.


Para el oceanógrafo, quien pasó los primeros treinta años de su vida junto a su abuelo, muchas veces participando en sus aventuras a bordo del barco Calypso, poder permanecer bajo el agua por tanto tiempo fue un sueño hecho realidad.

"Ha sido una experiencia absolutamente increíble", agregó un sonriente y satisfecho Cousteau.


Puedes encontrar mas información en la página oficial de Mission 31: http://mission-31.com/

Video de Misión 31:


Fuentes: